viernes, 18 de septiembre de 2015

Inteligencia Biológica o Artificial


“Si pudiésemos enseñar geografía a la paloma mensajera, su vuelo inconsistente, que va derecho al objetivo, sería de inmediato cosa imposible”. Carl Gustav Carús (1769-1869, Leipzig).

El instinto de conservación es una cualidad innata en cualquier especie. Sin embargo, esa importante condición está mínimamente desarrollada en el ser humano. Tal vez por eso y para compensar su desventaja, nuestro cerebro ha desarrollado capacidades cognitivas que no se encuentran en ningún otro animal. El pensamiento jerárquico y el reconocimiento de patrones son algunas de las características que se derivan de la compleja estructura neuronal que poseemos. Con la aparición de nuevas tecnologías se ha conseguido realizar simulaciones precisas de cómo se estructura el movimiento en el ser humano.  Sin embargo, está resultando mucho más difícil llegar a un consenso sobre algunos conceptos como mente, conciencia o alma. Existen dos tendencias científicas, aquellas que promulgan que  solo existe una materia o sustancia de donde surgen las diferentes cualidades y aquella otra que, siguiendo el concepto dualista-cartesiano, considera por separado mente y cuerpo.

Entre los que están a favor de la primera tesis, la mente es un epifenómeno que surge de la propia estructura neuronal. El cerebro, es un órgano cuya función principal es facilitar el movimiento, No obstante, ello no ha impedido que tras un largo proceso de 400.000 años,  algunas estructuras neuronales  se hayan especializado (áreas de Broca) y permitan la producción del habla, el procesamiento del lenguaje y la comprensión. Este planteamiento, apoyado en los constates avances tecnológicos de los actuales ordenadores y su poder de computación, nos ha llevado a la creación de IA (inteligencia Artificial). El resultado inmediato ha sido la aparición de múltiples aplicaciones que van desde máquinas herramientas, toma de decisiones automáticas o análisis de sistemas complejos como en el caso del ADN. A mi entender, no está muy lejos el día en que nos será difícil distinguir la máquina del hombre.  La segunda opción, aquella que sostiene que el ser humano es dual, representa en mi opinión, la última frontera que nos queda, para diferenciarnos de los robots de última generación que pudieran producirse en un futuro próximo. En cuanto a las consideraciones éticas o morales que puedan derivarse de lo anterior resulta interesante hacer referencia a la reciente entrada en escena de la Filosofía de la mente.  Para quien desee ampliar sus conocimientos al respecto, John Searle, es un destacado defensor de esta vía de pensamiento y ha publicado varios libros en los que  profundiza sobre el concepto del libre albedrio.

En video de la entrevista que ofrecemos a continuación, preguntamos al Doctor. Ignacio Cos sobre el alcance de sus investigaciones y su opinión sobre los límites de la IA. Durante el encuentro, hice un comentario sobre la posibilidad de compatibilizar la memoria digital con la biológica, su respuesta me dio que pensar: “Con el uso de las nuevas tecnologías, nos hemos acostumbrado a tener en nuestra memoria solo el índice referenencial en donde encontrar los datos…  en realidad, los datos, hace tiempo que los hemos depositado en las máquinas”.



1 comentario: